Hoy por hoy, John Carlos es uno de los más activos relacionistas públicos del COI. Su labor se centra en ayudar a los jóvenes de los barrios más pobres (guetos) para influenciarlos y orientarlos en la práctica deportiva. Carlos tiene mucha aprobación en los sectores de este tipo pues él mismo salió de un lugar extremadamente pobre:"Se fían de mí, me ven como a un héroe, y esto es muy importante"
Carlos ha participado en la realización de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Su trabajo en el Comité Organizador de aquellos Juegos consistía en dar conferencias en barrios marginados y propagar la imagen del movimiento olímpico.
Hoy aun sostiene lo que dijo en 1968: "Decían que era un terrorista y eso no es así. Mi padre me echó en cara lo que hice. En realidad yo no era más que un joven americano que creía en los ideales de su patria y justicia para todos en un país de hombres libres".
En abril del 2008, subió a la tarima internacional y fue el abanderado de la Antorcha de los Derechos Humanos, que se venían desarrollando en paralelo a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. En julio de ese mismo año, John Carlos aceptó el Premio Arthur Ashe al Coraje para su saludo a los 2008 ESPY Awards.
Su carrera se podía resumir de la siguiente forma. Al volver de México 1968 trabajó en Puma (sí, la tienda de calzado), el Comité Olímpico de Estados Unidos, el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Verano de 1984. Desde 1985 ha sido consejero, entrenador de pista y campo en la escuela Palm Springs High School en California.
Todas las grandes historias han sido inmortalizadas a través de películas. El gesto del siglo no es la excepción. Junto a el también se pueden acumular montones de materiales audiovisuales. Documentales, largometrajes, cortometrajes y material fílmico que ha servido para escenificar la realidad de una nación. Aquí un recuento de las películas más impactantes y el documental sobre el puño negro levantado en los Juegos Olímpicos de México 1968
Salute
Estrenada el 17 de julio del 2008, es un documental australiano dirigido, producido y escrito por Matt Norman (sobrino de Peter Norman) y narra las acciones que se suscitaron en el verano de 1968 durante la realización de los Juegos Olímpicos de México.
La película se centra en el hombre que consiguió la medalla de plata, Peter Norman y, a partir de él, se va desarrollando la trama que envuelve a los otros dos participantes: Tommie Smith y John Carlos.
La cinta cuenta detalles de la intervención de Norman. Por citar un ejemplo, fue él quien recomendó a Carlos colocarse el guante negro en el puño izquierdo y que Smith se pusiera el derecho. El film tuvo una fuerte aceptación y se consagró con seis premios (tres en el 2008 y tres en el 2009). Rótulos como: "Mejor Documental Social", "Premio del Público al Mejor Documental australiano".
Tommie Smith y John Carlos acaban de terminar primero y tercero en la carrera de 200 metros correspondientes a los Juegos Olímpicos de México 1986. Ellos se preparan para recibir las medallas. En un ritual casi conocido, los hombres del podio esperaran la colocación de la presea y luego escucharán el himno del atleta que ganó la competencia.
Tommie Smith y John Carlos son estadounidenses y Pete Norman (medalla de plata) es australiano. Ambos avanzan al podio. Smith y Carlos van descalzo y con un guante en el puño, algo raro va a ocurrir.
John Carlos se encuentra en el Estadio Azteca de México. Está sobre el podio con calcetines negros y descalzo (representando a las personas pobres que no tenían zapatos), levantando un puño enfundado en un guante negro y con la cabeza inclinada para reflejar humildemente la fuerza del espíritu humano. El símbolo del "BlackPower". Con este acto él, junto a Smith están protestando contra la segregación racial en Estados Unidos. A ellos se unió el australiano Peter Norman, él llevaba una insignia del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos.
Era el miércoles 16 de octubre de 1968 y ambos estadounidenses habían preparado el gesto con un par de guantes negros. A Carlos se le olvidó un par y Norman dio la idea de que cada uno llevé un guante. El gesto era un claro ejemplo de protesta en favor de los afroamericanos y alcanzó niveles internacionales: "Si gano, soy americano, no afroamericano. Pero si hago algo malo, se dice que soy un negro. Somos negros y estamos orgullosos de serlo. La América negra entenderá lo que hicimos esta noche", dijo Smith.
Cuenta Carlos en su libro autobiográfico que él después se puso en pie y que mucho de sus compañeros de equipo le recriminaron el hecho: "Has cometido un terrible error" le decían. Continua Carlos en su relato: "Pero ahora, 44 años después, Tommie y yo somos los que no tienen remordimientos". Carlos expresa que aquellas personas que sienten remordimientos son las que podrían haber realizado alguna acción para defender su posición, pero optaron por guardar silencio.
"Ellos son los que pidieron en eventos públicos -por estudiantes y profesores, corredores y caminantes- si ellos se hubieran levantado en 1968. Mi emancipación se ha convertido en su carga".
La instantánea de los tres medallistas de pie, protestando pacíficamente, en el podio se ha convertido en un símbolo histórico de la lucha por los derechos humanos.
Las acciones que continuaron -luego del gesto- llegaron por parte del COI (Comité Olímpico Internacional). Su presidente, Avery Brundage, ordenó inmediatamente a Smith y Carlos la suspensión del equipo de Estados Unidos y les prohibieron el ingreso a la Villa Olímpica.
La mujer de Carlos se suicidó y él, por muchos años, no pudo conseguir trabajo y llevó una vida complicada.
Ambos deportistas fueron fuertemente criticados en su país. Perseguidos y amenazados de muerte. Su compañero de podio, Peter Norman, tuvo problemas con el alcoholismo y murió de un paro cardiaco en el 2006. El tiempo que marcó Norman (20.06) es el récord australiano en 200 metros. El día de su entierro Smith y Carlos portaron su féretro.
México 1968 fue sin duda el Juego del Poder Negro, tanto por sus manifestaciones y reivindicaciones políticas como por las deportivas. El gesto de Tommie Smith y John Carlos inició las bases de la igualdad entre blancos y negros.
Martin Luther King ha muerto. Es 4 de abril de 1968 y faltan poco días para la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968. La delegación estadounidense participó desde el 12 de octubre hasta el 27 de 1968. John Carlos y Tommie Smith participaron en el evento conocido como la carrera de los 200 metros libres.
Los atletas, que se conocían de la Universidad Estatal de San José, California, eran los favoritos para ganar la prueba. John Carlos soñó con ese momento desde el día en que se enteró de esta gran competencia: "Cuando me enteré de la existencia de los Juegos Olímpicos, mi reacción fue diferente a la de cualquier cosa que jamás haya sentido (...) La gran variedad de deportes, la idea de los mejores atletas de todo el mundo recogiendo y representando a sus países"
John Carlos cuenta en su autobiografía que tres cosas le motivaban para correr cuando era niño: El impulso para descubrir otros deportes, lo hacía entregar mensajes más rápido y le ayudaba a escapar de la policía.
Con el número 259 y en el cuarto carril, John Carlos estuvo a la cabeza del pelotón hasta la última curva. Es en el segundo catorce cuando empieza a desconcentrarse (pensando que ya había terminado la carrera) y empieza a disminuir la marcha. Su compañero de equipo y rival, Tommie Smith, aprovechó eso y se coló por el carril número tres.
Iban catorce segundos de carrera y los amigos estaban en el mismo lugar. La diferencia era la velocidad. Smith venía mucho más acelerado y Carlos estaba disminuyendo la marcha. En cuatro segundos Smith le sacó la ventaja necesaria para sobrepasar a Carlos y adueñarse de la medalla de oro. Carlos siguió con el impulso pero el australiano Pete Norman también le sobrepasó.
En un intento por llegar tercero Carlos estiraba la cabeza hacia adelante para marcar el mejor tiempo posible; mientras que Smith ya bajaba los brazos de la victoria con el 307 en el pecho.
Años después John Carlos diría: "Me emocionó la solidaridad de Norman, pero me sorprendió más aún que un blanco pudiera correr tan rápido".
Primera mujer en llevar la Antorcha Olímpica al Pebetero
La máxima justa deportiva -desarrollada en Ciudad de México- reunió demasiados condimentos que son hoy materia de análisis y observación. Los hechos destacados se incrustaron en los ámbitos sociales, políticos y hasta geográficos.
Es posible que una mujer lleve la antorcha olímpica, podrán los atletas romper marcas a más de 2.200 metros de altura, estaba el gobierno mexicano preparado para afrontar un gasto de 50 millones de dólares.
Acá un recuento de los hechos más anecdóticos, curiosos e históricos de esos juegos olímpicos.
Los Juegos Olímpicos de México fueron inaugurados oficialmente el 12 de octubre de 1968 con 21 tiros de caños. Por aquellos días la Ciudad de México vivía en un clima de tensión. Centenares de policías resguardaban la seguridad del encuentro olímpico. Cabe recordar que una semana antes de empezar el torneo, ocurrió un tiroteo frente al Hotel Maria Isabel (lugar donde el COI estaba instalado). Los estudiantes deseaban que se abandone las obras de la ciudad universitaria.
Documental que recrea la situación social de México en 1968
También días antes de la inauguración, hubo otra protesta. La manifestación sucedió en la Plaza de Las Tres Culturas, en Tlatelolco, Ciudad de México. La policía tuvo que intervenir para controlar a las masas y como resultado del violento encuentro 1.500 personas perdieron la vida. Esta es la antesala más sangrienta y problemática que viviera algún Juego Olímpico.
México se ha convertido en la única ciudad latinoamericana en ser sede olímpica. A la vez también fue el primer país hispanohablante y en vías de desarrollo en albergar este tipo de competencia. Fueron los terceros juegos celebrados en otoño.
Los gastos que Ciudad de México tendría que hacer para ser sede de los juegos olímpicos (allá por los 60 se consideraba a México un país en vías de desarrollo) solicitaban que desembolsen cerca de 50 millones de dólares. Un gasto bautizado por aquel entonces como “innecesario”.
Otra de las dudas era saber si los atletas podrían responder a la gran altitud de Ciudad de México (más de 2.000 metros). Al final se batieron más de 20 récords en el atletismo.
La “Llama Olímpica” se trasladó desde el 23 de agosto al 12 de octubre de 1968. El recorrido final fue de 13620 kilómetros y hoy en día es conocido como "el relevo del nuevo mundo"; puesto que la idea era conectar las civilizaciones europeas y latinoamericanas, rememorando con esto el primer viaje de Cristóbal Colón. La travesía de la antorcha empezó en Olimpia (Grecia) y luego se trasladó a Atenas. De allí en barco a Génova (Italia) y luego a España. Luego la ruta se desarrollaría por: Barcelona - Madrid - Sevilla - Palos de Moguer - Las Palmas de Gran Canaria. Luego, desde territorio español, la antorcha cruzó el océano atlántico en barco y llegó a la isla San Salvador (Bahamas) antes de terminar en México por mar. Una vez en el país azteca inició su recorrido en Veracruz, pasó por Teotihuacán (donde fue objeto de una ceremonia especial) y llegó a Ciudad de México para la ceremonia inaugural.
Como anécdota queda que Enriqueta Basílio Sotelo (medallista mexicana en los 80 metros con barreras y 400 metros) entró al Estadio Universitario cargando la antorcha olímpica. Ella fue la primera mujer en toda la historia olímpica en llevar la antorcha. Hoy se recuerda a Enriqueta como la mejor atleta mexicana de todos los tiempos. Al final de la ceremonia inaugural, el pueblo invadió el campo para saludar a los atletas.
La inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1986
Otras curiosidades
En la ceremonia 2000 Mariachis cantaron “A dónde irá veloz y fatigada la Golondrina…"
Por primera vez desde 1928, la India perdió la medalla de oro en hockey sobre césped. El equipo ganador fue Paquistán, su histórico rival político.
Algunos países amenazaron con no ir si competía la Unión Soviética, días atrás había invadido Checoslovaquia.
Deportistas estadounidenses de raza negra renunciaron a competir porque se sentían discriminados en su país. El caso de Lew Alcindor, más conocido como Kareem Abdul-Jabbar, uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos es el más representativo.
En las pruebas de velocidad y salto se registraron marcas consideradas imposibles. Los casos de los norteamericanos Bob Beamon (marcó 8m90cm en el salto a distancia) y Jim Hines (alcanzó 9s90 en los 100 metros) fueron consideradas como marcas imposibles para el ser humano.
Se incluye por primera vez el uso del tartán para las pistas atléticas en el estadio olímpico.
Dick Fosbury ganó el salto de altura con una novedosa técnica. Hoy esta innovación lleva su nombre.
El novedoso salto
Las dos Alemanias concurrieron con delegaciones separadas.
Se redujo la marca de los 10 segundos en los 100 m lisos.
La medalla mexicana más celebrada fue la de Felipe "El Tibio" Muñoz (campeón olímpico en 200 metros pecho en natación). Él tuvo que derrotar a los favoritos Vladimir Kosinsky (Unión Soviética) y Brian Job (Estados Unidos).
"El Tibio" Muñoz y su momento de gloria
En los últimos tramos de la competencia conocida como 50 km de caminata, José Pedraza (mexicano) ingresó tercero al Estadio de Ciudad Universitaria. El militar remontó y se adueñó de la plata luego del apoyo de toda su gente. Esta es la medalla más emotiva que se pudiera registrar en estos juegos olímpicos.
Pedraza y su hazaña en caminata 50km
En un acto novedoso, se utilizó por primera vez controles de sexo y análisis antidopaje.
El primer caso de doping se dio en México 1968. El atleta sueco Hans-Gunnar Liljenval (inscrito en pentlatlón) dio positivo con alcohol.
Los Juegos Olímpicos de México 1968 fueron los primeros transmitidos por televisión via satélite a todo el mundo, en directo y a color.
Los datos mostrados en este post
han sido recogidos y tienen como fuente el libro que John Carlos escribiera en
el año 2011 junto al periodista deportivo Dave Zim para la casa editorial
Haymarket Books : "The John Carlos story the sports moment that changed
the world" (La Historia de Juan Carlos:
El Momento Deportivo que cambió el mundo)
En
la cubierta se puede leer la siguiente reflexión: "How can you ask someone
to live in the world, and not have something to say about injustice?" (¿Cómo se
puede pedir a alguien que viva en el mundo, y no tener algo que decir acerca de
la injusticia?)
John Carlos nació un martes 5 de
junio de 1945. En Harlem, New York. Hijo de un matrimonio afroamericano. Su
padre, nacido en Canden, Carolina del Sur, era un negro fuerte y orgulloso de
Jim Crown. Su madre, nacida en Jamaica y criada en Cuba, era una mujer
hermosa y decidida en Crow Jane.
Cuentan las páginas del libro
autobiográfico que John Carlos vino al mundo de una manera
distinta. Bautizando su nacimiento como un "parto de nalgas",
John llegó con el trasero por delante. Su domicilio cuando era niño quedaba en
la Avenida Lenox 626, esa fue su primera dirección.
Sigo en su relato John Carlos: "Mi padre era un obrero. Abría las puertas del negocio desde las siete de la mañana y a veces se quedaba hasta las ocho". Cuenta John Carlos que su infancia fue muy severa y el estudio era lo primero. Recuerda que la frase preferida de su padre era: "Es mejor invertir tiempo en aquel escritorio hasta el final del día" (refiriéndose al escritorio escolar, donde se hacían las tareas.)
John Carlos, por sus dotes de atleta, consiguió una beca en la Universidad Estatal de San José en California. Allí coincidió con Tommie Smith y ambos lograron formar una gran relación con el profesor de sociología de la Universidad, Harry Edwards (amigo de Martin Luther King).
El profesor ejercía una gran influencia en otros personajes mundialmente conocidos como: Lee Evans, Lee Alcindor, conocido más tarde como Kareem Abdul Jabbar.
Así, John Carlos formó la idea que materializaría años después en los Juegos Olímpicos de México 1968.