viernes, 2 de noviembre de 2012

La carrera previa al gesto

Martin Luther King ha muerto. Es 4 de abril de 1968 y faltan poco días para la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968. La delegación estadounidense participó desde el 12 de octubre hasta el 27 de 1968. John Carlos y Tommie Smith participaron en el evento conocido como la carrera de los 200 metros libres.

Los atletas, que se conocían de la Universidad Estatal de San José, California, eran los favoritos para ganar la prueba. John Carlos soñó con ese momento desde el día en que se enteró de esta gran competencia: "Cuando me enteré de la existencia de los Juegos Olímpicos, mi reacción fue diferente a la de cualquier cosa que jamás haya sentido (...) La gran variedad de deportes, la idea de los mejores atletas de todo el mundo recogiendo y representando a sus países"

John Carlos cuenta en su autobiografía que tres cosas le motivaban para correr cuando era niño: El impulso para descubrir otros deportes, lo hacía entregar mensajes más rápido y le ayudaba a escapar de la policía.

Con el número 259 y en el cuarto carril, John Carlos estuvo a la cabeza del pelotón hasta la última curva. Es en el segundo catorce cuando empieza a desconcentrarse (pensando que ya había terminado la carrera) y empieza a disminuir la marcha. Su compañero de equipo y rival, Tommie Smith, aprovechó eso y se coló por el carril número tres. 

Iban catorce segundos de carrera y los amigos estaban en el mismo lugar. La diferencia era la velocidad. Smith venía mucho más acelerado y Carlos estaba disminuyendo la marcha. En cuatro segundos Smith le sacó la ventaja necesaria para sobrepasar a Carlos y adueñarse de la medalla de oro. Carlos siguió con el impulso pero el australiano Pete Norman también le sobrepasó. 

En un intento por llegar tercero Carlos estiraba la cabeza hacia adelante para marcar el mejor tiempo posible; mientras que Smith ya bajaba los brazos de la victoria con el 307 en el pecho.

Años después John Carlos diría: "Me emocionó la solidaridad de Norman, pero me sorprendió más aún que un blanco pudiera correr tan rápido".






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